Con el objeto de conocer el estado hidráulico de la obra (pozo) es necesario establecer la relación entre el caudal y los descensos que experimenta el nivel de agua en el pozo. Para ello se lleva a cabo una prueba de caudal, que consta de un ensayo de bombeo a régimen permanente.
Este tipo de estudios permite conocer la capacidad específica de la perforación, característica que nos permite evaluar la potencialidad productiva de la obra ensayada.
Se obtienen, mediante este tipo de ensayos, valores de distintos parámetros hidrológicos para los algunos ritmos de explotación, registrando en boca de pozo y con una frecuencia adecuada, las mediciones de conductividad eléctrica, profundidad del nivel de agua, tanto en bombeo como en reposo, el caudal caudal que produce, contenido de sedimentos, pH, porcentaje y granulometría de sedimentos de arrastre, consumos eléctricos del motor de la electroboma, etc…
Finalmente y antes de detener el bombeo, se extraen muestras de agua para su posterior análisis en laboratorio.
Videoinspección:
Existen casos de pozos antiguos en los que no es posible acceder a información del entubamiento, tal como la longitud de la pamara de bombeo, su estado, zonas de filtros, y otras características del pozo. En estos casos, es muy útil realizar la inspección del interior del pozo con una videocámara de profundidad que permite obtener un registro óptico del interior del pozo y también determinar la presencia de posibles obstrucciones, torceduras, roturas, y/o cualquier otro posible inconveniente.